La audición juega un papel crucial en el aprendizaje. Es importante destacar que “oír no es lo mismo que escuchar”. La audición, más allá de simplemente captar sonidos, es fundamental para varias habilidades esenciales en el desarrollo infantil:
- Hablar y reconocer sonidos del entorno: Los niños aprenden a hablar y a identificar diferentes sonidos a través de la audición.
- Comprender a través del lenguaje oral: La audición permite a los niños comprender lo que se les dice.
- Localizar sonidos y graduar su intensidad: Los niños aprenden a identificar de dónde provienen los sonidos y a diferenciar su volumen.
- Filtrar ruidos molestos para concentrarse: La capacidad de ignorar ruidos de fondo para enfocarse en tareas específicas es esencial.
- Escuchar a un volumen adecuado: La audición saludable permite escuchar sin necesidad de aumentar el volumen excesivamente.
- Pronunciar fonemas correctamente: La audición ayuda en la correcta pronunciación de los sonidos del habla.
- Comunicarse en nuevos idiomas: Aprender nuevos idiomas es facilitado por una buena audición.
La audición está íntimamente ligada al proceso de adquisición de la lectoescritura y a otros aspectos que requieren atención auditiva. Esto es básico para establecer relaciones sociales y mantener un correcto estado emocional.
Oír vs. Escuchar
Oír bien no significa necesariamente procesar bien la información. Una persona puede tener una excelente agudeza auditiva pero no una buena calidad de procesamiento auditivo. Esta diferencia entre oír y escuchar resalta la importancia de evaluar no solo la agudeza, sino también la calidad del procesamiento auditivo.
Funciones Auditivas Clave
Las funciones auditivas que determinan un buen procesamiento incluyen:
- Conexión auditiva
- Localización de la fuente de sonido
- Discriminación auditiva
- Lateralización auditiva
- Comprensión auditiva
- Graduación de la intensidad del sonido: Hipersensibilidad/hiposensibilidad auditiva.
- Filtrado auditivo: Atención selectiva a diferentes estímulos auditivos sobre otros.
Síntomas de Dificultades en el Procesamiento Auditivo
Un niño que no haya desarrollado adecuadamente estas funciones puede presentar síntomas que afectan su aprendizaje y comportamiento. Estos incluyen:
- Problemas de atención y concentración: Lapsos de atención cortos y agotamiento rápido por el esfuerzo auditivo.
- Desconexión frecuente: Se “queda en babia” cuando tiene que esforzarse por discriminar lo que se le pide.
- Retraso en las respuestas a órdenes auditivas: Toma más tiempo en procesar y responder.
- Hipersensibilidad auditiva: Se irrita fácilmente con ciertos ruidos y evita lugares ruidosos.
- Necesidad de repetir las cosas varias veces: No entiende bien a la primera.
- Retraso en la adquisición del habla o del lenguaje: Dificultades en pronunciar fonemas y en la claridad del habla.
- Problemas en la adquisición de la lectoescritura
- Escasa memoria auditiva: Afecta a la capacidad de retener instrucciones.
- Voz monótona o plana
- Malinterpretación de palabras: Confunde lo que se dice y parece no entender ciertas palabras.
En clase, estos síntomas pueden hacer que un niño parezca despistado, se distraiga fácilmente, tenga problemas con dictados, y evite situaciones ruidosas. La causa de estos comportamientos a menudo se confunde con problemas atencionales o inmadurez, pero frecuentemente es una cuestión sensorial.
Importancia de la Evaluación Auditiva
Es crucial que las dificultades auditivas no pasen desapercibidas. Evaluar tanto la agudeza como el procesamiento auditivo puede ayudar a identificar problemas que impactan el aprendizaje y el comportamiento de los niños. Un diagnóstico adecuado y una intervención temprana pueden mejorar significativamente la calidad de vida y el éxito educativo de los niños.